Referencias criticas (es)


Óscar Ayala (Alcala de Henares, España): “Por cierto, que compré el sábado "Ayla", del rumano (Gelu Vlasin)... Es bueno, el jodío... Enhorabuena”.


Daniel Navas, Venezuela (Madrid, España): "Otra vez el poeta Gelu Vlasin nos deslumbra con lo inesperado, en cada poemario nos abre un mundo, una aventura literaria. En Ayla propone la poesía como experiencia femenina en cuerpo y alma, juega con el lenguaje explorando lo más interno e invisible, lo que tiene de roble y de luz, hasta despejar lo inexpresable y alcanzar la metáfora vestida de mujer a través de una estructura inusual del verso. Ayla es el resultado de un laboratorio poético de la palabra, del adjetivo y del verso, a la que arriesgo el poeta resultando una propuesta creativa de intensa belleza. Yo que conozco el rumano, me di la satisfacción de disfrutar los versos en los dos idiomas, leyéndolos casi simultáneamente, por lo que me hago feliz cómplice del difícil trabajo que tuvo el traductor Mario Castro Navarrete."


Alberto Morate (Madrid, España): "Conocí a Gelu Vlasin en un Encuentro de poetas en Ciudad Real. Se presentaba como, posiblemente, el mejor poeta de España. Le dije que habría que sopesar eso pues estaba él hablando con otro poeta, no sé si más o menos bueno, a lo que me replicó con una sonrisa, posiblemente, pero puedo compartir rango. Con esto solo quiero decir y resaltar la simpatía de, efectivamente, este gran poeta con el que ya me he encontrado varias veces más y cada nuestra amistad se va afianzando sin cuestionarnos quién es el mejor. Solo sé que Gelu es bueno. Es grande, es de una calidad excepcional.



Mario Castro  (Estocolmo - Suecia / Chile): "A mi entender el poeta rumano Vlashin (Vlașin), una voz reconocida en el ámbito literario español, pues está radicado en Madrid, demuestra la calidad poética de los juglares rumanos, ya que la cultura rumana se ha ido afianzando y abriéndose camino en los países de habla hispana, debido precisamente a poetas jóvenes que intentan con éxitos nuevas fórmulas de expresión y adhieren a ellas. La poesía de Gelu Vlașin es un cuerpo unitario que se mueve entre lo abstracto y lo concreto, es decir, da cupo en ella a una serie conceptual que al parecer no tiene vínculo alguno con la realidad, pero a medida que te vas adentrando en la lectura de estos versos tiendes sin querer a relacionar el binomio concepto-realidad, en tanto que descubres una unidad versátil." (leer mas...)




Enrique Javier Nogueras Valdivieso (Profesor, Facultad de Letras, Universidad de Granada): "Debo decir que este libro me ha dejado literalmente deslumbrado, antes que otra cosa, y que por lo tanto es para mí un placer y una alegría recomendarlo a y presentarlo ante los lectores españoles. Gelu Vlașin es un poeta excepcional, de una intensidad conceptual y emocional asombrosas, y una capacidad rítmica y musical admirable, dotado de un sentido de los concreto trascendente que golpea e hiere al lector por su capacidad de selección léxica, la sabia combinación de los registros lingüísticos y la intensidad de los efectos sonoros provocados por la fragmentación pausada de los versos, entregados a veces una verdadera “carrera de encabalgamientos” que multiplican su carga semántica y desencadenan una deriva connotativa, a veces marea, a veces tormenta, con la que tiene que bregar, intelectual y sobre todo afectivamente, el lector. Con esto estaría dicho casi todo." (leer mas...)



Theodoro Elssaca (Fundacion Iberoamericana, Chile): "Vlasin nos presenta la geografía articulada del ser, apuntando al precario envase que nos permite circular por el mundo, incrustando en la idea lo metafísico que a ratos es numinoso. Así es, Vlasin, poeta rumano residente en Madrid, viene de la tierra de grandes autores como Mihai Eminescu, su poeta nacional o Herta Müller, Premio Nobel de Literatura, pero el influjo de Gelu viene de corrientes más rupturistas, como la línea marcada por Tristán Tzara, en los años con Francis Picabia, Marcel Duchamp y André Bretón." (leer mas...)


Jesús Malia (Madrid, España): "Por si hubiese algún despistado o inconsciente que haya llegado hasta aquí antes de iniciar la lectura del poemario, alguien que quiera que le ponga la red antes de subirse al trapecio, es mi obligación callar, que ya hemos aclarado que apreciamos a los valientes, a quienes se enfrentan por sí mismos a la realidad y abren sus propios senderos. Buscamos  escaladores que cada vez abran una pista nueva que no volverán a utilizar, y no es mi intención ni mi deseo condicionar en demasía ni aliviar un tanto el recorrido que nos propone Gelu a ningún lector. Baste con lo dicho y lo reproducido para alentar/cohibir otras perspectivas e invitar a la inmersión a pulmón (cuidado, es su último aliento) y a disfrutar con las concisas, agudas y penetrantes agujas que son los versos de Gelu, de una sanadora sesión de acupuntura." (leer mas...)

Subhro Bandopadhyay (New Delhi, India): "La poesía de Gelu Vlasin es un curioso salto de lo íntimo. El título del libro, El último aliento, nos hace esperar un libro melancólico, pero cuando ése abre su paso con poemas que llevan nombres de las partes de cuerpo, llegamos a lo profundo de la cotidianidad, la filosofamos, la sentimos con cierto fulgor del vacío, nos obliga a pensar sobre los pequeños fragmentos de ella." (leer mas...


Graciela Baquero (Vigo, España): "...lo primero que percibo en sus versos es un ritmo hipnótico, una suerte de letanía que se mezcla con el paisaje de verde nuevo sobre los campos de Castilla. Poemas breves, como pequeños rezos dirigidos a lo más inmediato. Gelu Vlasin disecciona y nos entrega las partes de sí mismo como bocados exquisitos, sin sublimación ni epifanías. Un placer de lectura, que me ayudó a detenerme y disfrutar de la belleza de mi propio universo. Gracias poeta." (leer mas...)


Cecilia Quilez (Algeciras / Madrid, España): "Quién copula con un fauno en un bosque de cemento o una sirena de branquias rojas? Quién sale a buscar pan con unas monedas de fiebre blanca bajo la lengua? Quién no dice lo correcto pero dice lo que otros no dicen mientras arden en una pira de preguntas? A quién le coagula el sueño una soga de luciérnagas y un ángel de verdugo? Quién tapa los oídos al niño que fue para que olvide que un día será amado y abandonado en un cementerio de peces ciegos? Quién es rescatado de la oscuridad y devuelto al óleo para escribir una y otra vez sobre la virtud del deseo? Quién hace de la ira un átomo invisible para una bala de azufre? Quién lanza una piedra con una sonda de raíz de olivo al ojo que todo lo ve Lo ve todo y no llora jamás? Quién escribe desde esos párpados lo que a la nada acontece y pasa como una espada afilada sobre el tiempo?" 


Angel Petisme (Madrid, España): "La palabra de Gelu Vlasin vuela libre e incendiaria, plena de fuerza y aliento. Él sabe alcanzar con la mirada lo que muchos no vemos ni en los recuerdos. Yo celebro su voz y su risa e invito a la muerte a una copa en el siglo XXI."



Ana Pérez Cañamares (Madrid / Santa Cruz de Tenerife, España): "Gelu Vlasin aborda con éxito lo casi imposible: hablar desde el silencio del poeta, adelantarse a su ausencia, ceder su voz a todo lo otro que también es él. El resultado es también paradójico: lo material (el cuerpo y sus sentidos) es el medio para conseguir un retrato espiritual, con palabras que constatan a un tiempo su poder y sus límites."

Alicia Es. Martínez Juan (Directora, Festival de Poesía Voix Vives, Toledo, España): "El último aliento es un camino y así has de estar dispuesto, lector, a recorrerlo, a adentrarte en sus sinuosidades, sus giros, sus obstáculos y sus puentes. Un camino de conocimiento en el que el autor se acerca a la figura de la pasión redentora sin encontrar consuelo en ella puesto que el mundo no la encontró. El tú de los poemas se presenta aquí como un tú amoroso, una historia de amor fallida, frustrada, fracasada que sólo trae desconsuelo donde antes anidaba la esperanza. Con un verso ágil y salpicado de claves bíblicas, el autor recorre la geografía de su cuerpo, de su familia, de sus emociones, sus sueños y ausencias conduciendo magistralmente al lector por un hilo anudado cada poco que hay que desatar para seguir avanzando. (leer mas...)

Vanessa Torres (Houston,  Estados Unidos): "Al penetrar los versos  Gelu Vlaşin más allá de toda traducción -que puede ser de por sí, la tarea de todo poeta-  se trascienden la incertidumbre de penetrar los bordes de otra patria y otra lengua, y permite sentir hacerse viva y plena una poesía con todas las posibilidades de una herencia compartida entre lenguas hermanas.  Estos textos nos permiten hacernos a un lugar de encuentro que desciende de una rodilla hasta un ojo izquierdo, que abre el pecho en un cuchillo, en la calle o en la luna y se instala  sobre un ombligo compartido en una herencia latina que aun da un aliento en tierra, que transmuta el sentimiento de estar perdido por encontrarse en unos ojos que permiten resguardo, un amor o muchos, de  recuerdos cosidos en el alma que siempre donde se esté llevarán a un hogar." (leer mas...)

Nicolás Hidrogo Navarro (Lambayeque, Peru): "El último aliento, del poeta rumano Gelu Vlaşin, es un dechado antropomórfico focalizado de autorreflexión filosófica. Poesía de chisponazos, autocontemplativa y de mirada soliloquial. Hay un repujado minimalismo expresivo reduccionista entre el eje circular reflexivo de un yo poético personalista y el eje radial naturalista que lucha entre sí con la externalidad natural , la historia y con el presente. El fatalismo existencial se convierte en la columna vertebral de las reflexiones de ora monólogo, ora soliloquio, ora una voz profana demiúrgica que emerge desde el fondo del yo lírico y que se yergue en un absoluto descriptor de la realidad interior, de un mundo bajoneado por la nostalgia y el tiempo. El tono confesional y de pensar en voz alta, se tiñe a veces de un condicional propositivo de si solo entonces, que lo hace más doliente, amenazante que ejecutante. La profundidad cuasi mística del yo poético, compensa con la diafanidad y sencillez del grueso de los versos que siguen solo la disciplina estructural de la idea antes que del canon exigente del verso clásico." (leer mas...) 

María Sánchez Robles (Madrid, España): "Los versos de Gelu Vlashin echan a volar definitivamente en “El último aliento”, un poemario donde el poeta-forense disecciona el cuerpo y el alma humanos sin olvidarse de ningún elemento: la mano y la mente -incluso la otra mente- están presentes, como no podía ser de otra forma, pero hasta el pulgar o el tímpano están retratados. A base de una serie de imágenes plásticas, cuadros impresionistas y efectos sensoriales los versos de Vlashin se tocan. Saltan del papel a las manos, que tan pronto contienen la eternidad como la podredumbre. Su poesía nos recuerda a los lienzos de Picasso en una suerte de cubismo literario donde cada detalle está sometido al aumento de la lupa. El poeta rumano demuestra su capacidad para atrapar al lector -a través de un ritmo trepidante- transformando el rayo en palabra y conquistando, a su vez, las acrobacias literarias sin necesidad de red...(leer mas...)

María Pizarro (Córdoba, España): "Es  ágil el verso de Gelu Vlasin, que te  transporta como una pavesa por el aire. Son construcciones de una tremenda ligereza, sintagmas cortos, punzantes, con una subtrama, que exigen una lectura pausada  - la buena lírica es la que te permite recrearte - hasta alcanzar la esencia del pensador  que esconde este autor. Encontramos una poesía del pensamiento, con una particularidad, la de estar poblada de imágenes y símbolos. Más de cincuenta textos conforman este libro unitario. El autor toma conciencia del mundo, de la realidad a traves de su cuerpo, con poemas como El  ojoLa mano o El corazón. En ellos  predomina la antítesis, la fluctuación, en el empeño de conformar el ser humano; al que busca a traves del conocimiento del cuerpo. Aunque considero que no se cree dueno de las verdades universales, pero sabe recomocerlas: la mente miente y vuela." (leer mas...)

L. Ramón G. del Pomar (Madrid, España): "Como el científico que analiza y anota la respuesta química de cada emoción, Gelu Vlasín nos muestra, en esta obra tamizada por el laboratorio de su subjetividad visceral e intelectual, que cada célula es un vehículo por donde se cuelan las emociones que dan lugar a los sueños, sean con pesadillas o deleitosos encuentros. Y siempre la poesía, eternamente despierta y eternamente insaciada, de las desnudeces del paganismo; pero la búsqueda insaciable, que es la mayor alegría que aquí nos da nuestro autor, la pureza divina en sí, es lo que le ciñe, le siente bien o mal mi apreciación, a esa corriente que definiría como hijos modernos de la reflexión. La naturaleza humana, frente a la propia generosidad que Gelu Vlasin reclama, puede parecer un ardid de la hostilidad cotidiana. Por ello él trata de hacernos, con su poesía, rientes genios de los dioses griegos, de nosotros mismos y de los demonios." (leer mas...)

Jesús Urceloy (Madrid, España): "Viene la honestidad para ser rosa, en la mano tendida, en el cuenco de esa figura, en el cuerpo puro. Un acontecer por la palabra y el abismo donde encontrarse. La honestidad, la rosa y Gelu Vlasin son la misma palabra. Reconocerse en un verbo y saberse uno, pues la unidad es el múltiplo infinito, da al cuerpo ligereza y peso, cadencia y transporte, juego y pulsión para el verso y la brevedad siempre cumplida. Viene la libertad para ser mano, labios, sienes, corazón; idea. Y de la mano en el cíngulo que se cierra, como rama entretejida en la respiración, viene también el silencio decidor, el respirar sencillo, auténtico. La mano, el corazón, las sienes y Gelu Vlasin son la misma palabra, que no quede ya duda. Para nacerse vino al mundo, para darse vino a la vida, para contagiarnos con el estímulo del pensamiento." (leer mas...)

Guillermo Coll Ferrari (Madrid, España): "Gelu Vlasin nos ofrece en su "último aliento" una poesía fresca y concisa, lejos de artificios y parafernalias. Una poesía tan necesaria hoy día en un mundo donde la poesía no deja de ser un sueño imposible, un recuerdo lejano." 

Elena Román (Córdoba, España): "El último aliento es el inventario realizado por alguien que agoniza, el retrato de lo que desfila por su cabeza en medio de la desesperanza: las personas a las que ama, las partes del cuerpo con las que se identifica, los conceptos y objetos que le dan calor y le preparan de ese modo para el frío que se acerca… Es de destacar el dolor que produce a Vlașin la necesidad de hablar de ese mismo dolor, la religiosidad con la que se enfrenta a la muerte que nombra y a la que no nombra, y la súplica constante para que su sufrimiento termine. “He aquí la idea / segando la impotencia de hablar / con la mano lisiada…”, anuncia, y en el traslado de pensamientos que efectúa desde su cerebro hasta el papel, llega el alivio y llega la brisa." 

Arturo Borra (Valencia, España / Argentina): "A pesar de la asfixia, todavía cierta poesía se obstina en horadar los cercos que se alzan en nuestro mundo cotidiano. Busca en los huecos, por así decirlo, un espacio para respirar. Esa es su aspiración íntima, incluso si esa forma de escritura testimonia la finitud humana, ligada a nuestra experiencia vital como sujetos corporales. El último aliento de Gelu Vlașin se mueve en esa frontera donde el recordatorio de nuestra condición efímera intensifica la percepción de nuestra existencia, también a fuerza de comenzar interrogando lo más próximo, aquello que se supone in-mediato: el cuerpo.  En un tiempo empecinado en retacear nuestra vulnerabilidad, El último aliento recuerda la frágil respiración de lo viviente, incluyendo la de aquellas figuras amadas que dan sentido a nuestro ser en fuga. Frente al delirio de una sociedad que esconde a sus moribundos mientras repite el mito de la eterna juventud, el poemario de Vlașin –como diría Paul Celan- se saluda con la oscuridad, no sólo como un modo de abrirse paso a la certeza de la muerte, sino también como una forma de despedida ante la que nunca estamos suficientemente preparados, siempre prematura." (leer mas...)

Abdul Hadi Sadoun (Madrid / Bagdad – Irak): "El último aliento de es la memoria interior de la poética del sentimiento, o mejor dicho la memoria poética del cuerpo en construcción. Este poemario es más que una mirada fugaz de lo que nos oculta el cuerpo, es un bisturí que practica sus planes en la profundidad del ser y no se acaba hasta pronunciar el último de los alientos. Leer al poeta rumano Gelu Vlasin en esta magnífica traducción española, nos proporciona muchas referencias a lo que podemos encontrar en el panorama poético de este país. Pero sin duda debo mencionar la visión moderna del arte poético y la originalidad. Es una muestra de lo eficaz que se puede alcanzar la palabra en llevarnos hacia más allá del límite de lo significado, y para volver de nuevo a pisar tierra como seres fugaces en este laberinto sensible." (leer mas...)

Robert Edward Gurney (Londres, Inglaterra): "Estos son poemas que tiran de las cuerdas del alma. En pocas palabras abarcan una enorme área de la experiencia humana, de lo que es ser humano. Son las palabras de un alma en tormento, un alma que se encuentra sola, incapaz de conectarse con el objeto de su deseo. Se trata de amor no correspondido o perdido. El poeta se arrodilla en la oración, intercambia miradas, busca al ser amado, pero sus dos existencias raramente se superponen. Quiere estar en armonía, en una relación positiva, pero es incapaz de lograrlo. El dolor metafórico en su rodilla izquierda -utiliza el cuerpo humano como una metáfora para el alma- proviene tanto de viajar por terrenos accidentados para alcanzar o no llegar a la unión o reunión. Quiere ponerse en contacto con la fuente perdida que lo alimentará. No desprecia su necesidad. Parece que una vez prácticamente tuvo el amor del que ahora carece. Una y otra vez, al leer estos asombrosos poemas, uno recuerda la poesía de Juan Larrea y la de los místicos españoles San Juan de la Cruz y Fray Luís de León y el Cantar de los Cantares." (leer mas...)


Dan Munteanu Colán (Las Palmas de Gran Canaria, España): "Gelu Vlasin es un poeta original y singular en el panorama de la literatura contemporánea de grandes recursos poéticos y estilísticos, que se ha ganado por méritos propios un lugar destacado en la primera línea de los grandes. El poemario de Vlasin es un buen libro, basta que el lector se deje llevar de la mano del autor por las páginas del libro." (leer mas...)


Ramón Bello Serrano (Albacete, España): "Gelu Vlasin es más que un poeta importante. Podría detenerme en la altísima calidad de la crítica literaria que atesora su poesía, los elogios de los profesores y hasta el deslumbramiento que algunos aseguran haber percibido tras atisbar la luz del poeta. Hay mucha luz en El último aliento, pero quizá la luz sea el propio Vlasin, a la manera que Parménides hablaba de la Luna, vagando en torno a la Tierra, una luz extranjera”. Vaga Gelu por el cuerpo y el alma con su luz que es sólo suya –y propia, no es de otros, sólo es suya. Su luz, su luz extranjera, es capaz de iluminarlo todo. Cuerpo y alma. Cuando digo todo quiero decir todo. Todo es el Homero ciego que inventa las hazañas de Aquiles sin saber nada de batallas y narra los viajes de Ulises sin saber nada de navegación. Pero la poesía es precisamente “eso” y no lo “otro”. El poeta atesora su lenguaje propio y desde su monarquía fonética es capaz de iluminar, cuerpo y alma, como Gelu Vlasin, con toda su luz, con toda su luz extranjera." (leer mas...)

Marina Casado Hernández
(Madrid, España): "Ayla, (de
Gelu Vlasin
) a caballo entre la realidad y el paisaje cenagoso de los sueños, empuja al lector por un río incansable de imágenes cotidianas y visionarias, desacompasadas y románticas. ¿Qué representa el personaje de Ayla? Cada lector puede interpretarlo a su manera. Para mí, es la personificación de la poesía: “ayla. me gusta mirar. mirarte. porque mirándote me reencuentro”. La nueva obra de
Gelu Vlasin
, tan distinta a las anteriores, constituye una confirmación de que este poeta es capaz de moverse en estilos muy distintos marcando siempre una voz propia, inconfundible. Una voz tan contemporánea como conocedora de la tradición. No puedo dejar de recomendar este libro."

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